Add parallel Print Page Options

En el día en que Jehová te dé reposo de tu trabajo, de tus temores y de la dura servidumbre en que te hicieron servir, pronunciarás este proverbio contra el rey de Babilonia y dirás:

«¡Cómo acabó el opresor!
¡Cómo ha acabado la ciudad codiciosa de oro!
Quebrantó Jehová el bastón de los impíos,
el cetro de los señores:

Read full chapter